Hotel muy bien situado, en frente de la puerta de entrada a la catedral. Nuestra habitación 306 tenía vistas a un patio interior bastante sucio, con viviendas en ruinas y que no era agradable. Como preferencia, que no siempre se tiene en cuenta, había pedido habitación exterior, pero no me la ofrecieron. Quizá por el precio. tal vez mi habitación era de las más baratas. La limpieza bien, el desayuno bien, acorde a 3. La habitación un poco pequeña, no tenía armario tradicional, con puertas, sino un mueble con dos gavetas y unas perchas que reducía espacio. El baño bien. Todo funcionaba perfectamente. No puedo hablar del spa porque no me lo ofrecieron. Por último mencionar la tarjeta para abrir las puertas. Costaba mucho y rara vez se lograba abrir a la primera.
Estancia en el hotel: Agosto 2023