El hotel estupendo. Las habitaciones con las mejores vistas y la cristalera q hace de pared impresionante para poder disfrutar de las vistas desde cualquier punto de la habitación. El único fallo la ventilación, es mínima y hasta en diciembre hace muchísimo calor. El desayuno muy bueno, todo fresco y muchas opciones. Cafetera expresso, zumos naturales, plancha al momento, fruta troceada.. hay parking en el hotel, pero muy cerquita tienes una gran zona de aparcamiento junto al parque. Para repetir.
Estancia en el hotel: Diciembre 2018