El hotel estaba muy mal ubicado, a las afueras de Lleida. Por suerte había una pequeña zona comercial al lado con una bolera, varios restaurantes y un supermercado Dia. La habitación estaba bastante bien, la cama era muy cómoda y las ventanas se podían abrir por completo esto se ve cada vez menos. El baño estaba muy bien equipado, aunque la bañera apenas tenía luz. Respecto al spa, era pequeño y sólo me gustaron los jacuzzis. Cogí la estancia con desayuno incluido, y estaba muy bien, podías comer todo lo que quisieras y no tenía mala calidad. La atención al cliente era muy buena. La piscina, aunque estaba al aire libre, tiene un techo que la cubre lo suficiente como para que si llueve no te impida bañarte. Es un hotel ideal para ir con coche. Lo único malo era la gran cantidad de insectos que había, aunque era culpa de estar en medio de la nada.
Estancia en el hotel: Agosto 2015