Excelente situación junto a la catedral, zona de bares y restaurantes y area comercial. Muy tranquilo por estar en zona peatonal, aunque el fin de semana alguna cuadrilla de jóvenes borrachos te puede dar la noche. Insonorización de las habitaciones francamente mejorable. Por lo demás las habitaciones están impecables. En cuanto al personal, gran diferencia entre el del comedor, cuya amabilidad no destaca por explendida y la de recepción, que realmente eran encantadoras tanto las chicas de la mañana como las de la tarde. Muy amables y serviciales.
Estancia en el hotel: Enero 2010