Despues de cinco veranos pasando 10 dias de vacaciones cada año he de decir q este año hemos estado muy incomodos, los camareros q practicamente eran nuevos fatal, no sabian del oficio, ni sabian organizarse, llegaron a tardar una hora en traer el primer plato y otra hora para el segundo y no habia casi nadie, las cenas si estas a regimen bien porque eran superescasas. El ambiente de organizacion, simpatía y buen hacer de los empleados, cosa que en este hotel era de sobresaliente ha desaparecido. Ahora te trasmiten sin hablarte la tension y la desorganizacion. Una pena. No volveremos, quizas los nuevos dueños es lo que pretenden.
Estancia en el hotel: Julio 2014